El amor de ella, el amor de tod@s
Soy una mamá de acogida desde hace 11 años, algunos menos hace que conocemos la labor que realiza AVAS, siempre pienso que en esta vida llena de egoísmo hay que valorar a las bellas personas y agradecerles su labor, este es el caso del personal que engendra AVAS, gente llena de humildad, vocación y como no, profesionalidad, es por ello que hoy hago este escrito, para dar GRACIAS MIL VECES por todo lo que recibimos.
Desde sus técnicas que cuidan con mimo todos nuestros seguimientos, al resto de personal contando con monitores pre-monitores etc…, es de admirar el trabajo que realizan y como cuidan y miman a nuestr@s pequeñ@s.
Soy madre de una niña con parálisis cerebral de 13 años, no he dicho su patología para encasillarla, sino para que comprendan mi mensaje.
L@s niñ@s, cuando entran en la adolescencia, se baten en una espiral de egocentrismo y lucha por conseguir un espacio en la sociedad, que hace que otr@s niñ@s que no puedan llevar a cabo la misma normalidad que el proceso de crecimiento conlleva, se encuentren más desamparad@s, excluid@s o rechazad@s, cuando esto sucede, no nos queda otra que buscar alternativas, ya que comprendemos que ese proceso es pasajero, aunque intentamos hacer todo lo posible por cambiarlo, mamás, papás, maestr@s, profesionales, con educación en valores, campañas de sensibilización, orientando a nuestr@s hij@s otras vías de comunicación y relación, con personas mayores o menores, etc… para una mamá ver que su hij@ sufre este tipo de rechazo es muy duro y difícil, lo comprendes y luchas porque no te invada la pena, ya que ese sentimiento no debemos tenerlo nunca, sino dejamos de ayudarles, piensas mil cosas, buscas alternativas, cuando eres mamá y profesional, haces talleres, colaboras en todo lo que puedes… y en uno de esos momentos de frustración, apareció un payaso de color, que me informó sobre ese campamento que se haría en Cerro Muriano allá por diciembre de 2017, mi hija se llenó de felicidad, tras muchos años siendo rechazada por otros campamentos por falta de personal cualificado, este payaso mágico encontró la solución, buscar una voluntaria con formación en necesidades específicas, y así fue como nuestra gran amiga y profesional Jeny, se ofreció para acompañarla en su primer Campamento.
La felicidad de pasar un fin de semana rodeada de sus coetáneos, sin parar de hacer actividades, de reír, de disfrutar, de recibir tanto de niñ@s como monitores, fue demasiado grande para ella, tanto que se moría de ganas porque llegara el verano y asistir a las colonias.
De nuevo un grupo maravilloso de monitores, premonitores y niñ@s, ponían rumbo a Torrox, donde pasarían 5 días maravillosos, los nervios de mi hija, la risa nerviosa, nuestros miedos porque nunca estuvimos separadas tanto tiempo, todo se hizo realidad.
Disfrutó muchísimo, con ese payaso sin colores que luego los recuperó (Felíx) yo le pondría el payaso mágico que todo lo logra, con Rocío, como una de las responsables, no la conozco bien, pero nada más ver su mirada y su forma de tratar, sabes que es una bella persona y buena profesional, Marichus, que se esfuerza en conseguir vacaciones para asistir, a ella si que la conocía de algún curso que otro que le impartí y de otras cosillas, Antonio, con su disponibilidad siempre a echar una mano y ayudar a Jeny, nuestra Jeny, toda compromiso y lealtad, trabajadora y dispuesta siempre. Me quedan tantos nombres de monitorxs y niñ@s que durante todo el día salen de la boca de mi hija, que no puedo numerar, pero igualmente daros por agradecid@s por favor, su sonrisa anoche dormida y tarareando algo como – es no es, el baile de las frutas, melocotón, manzana… platano!… no cabe duda de la felicidad recibida fue demasiado grande.
Parezco pesada pero nunca me cansaré de dar gracias por todo lo que habéis aportado a su calidad de vida y enseñanza.
GRACIAS DE CORAZÓN, ha sido una experiencia maravillosa para ella, aunque en ratitos nos costara superar la distancia por el apego tan grande y dependencia la una de la otra, pero era algo necesario para el desarrollo de un buen aprendizaje para ambas.
Muchos besos y nunca cambiéis por favor.