12 MESES, 12 CAUSAS. VOLUNTARIADO

¿Por qué hacer un trabajo no remunerado -para el que necesitamos invertir tiempo y esfuerzo- pudiendo hacer otro o ese mismo recibiendo una dotación económica? Quizá muchas personas se planteen esta pregunta antes de realizar un voluntariado. Y muchos posiblemente decidan al final no hacerlo porque no encuentran razones para ello.
Sin embargo, si eres una persona a la que le gusta ayudar a los demás y te encuentra motivado para hacerlo, ser voluntario es una muy buena manera de desarrollar esta motivación. Además de ser una actividad que por sí misma produce una recompensa, también hidrata nuestras emociones porque reporta grandes beneficios tanto a nivel personal, emocional, afectivo como laboral y social.
Descubre nuevas realidades
Para poder vivir integrados en sociedad, es necesario que levantemos la mirada de nosotros mismos. Si nos quedamos absortos compadeciéndonos de nuestros problemas, quizá no seamos capaces de apreciar y valorar lo que tenemos a nuestro alrededor. Ahí fuera, y no necesariamente a mucha distancia, se encuentran personas que han caído en el ostracismo social.
Estas sensaciones, de prolongarse, hacen más fuerte a nuestro sistema emocional. Así, será más complicado que caigamos en una depresión o que terminemos siendo víctimas del estrés. De la misma forma, es más difícil que caigamos en esa sensación de soledad no buscada que tantos estragos está causando en la actualidad.
Conocerte a ti mismo
El aburrimiento constituye una gran oportunidad para explorar nuestro lado más creativo. En muchas ocasiones, el cansancio por hacer siempre lo mismo nos lleva a explorar nuevas vías, en contra de esa ley de economía cognitiva por la que se suele regir nuestra planificación.
En este sentido, las personas que realizan un voluntariado son aquellas que han descubierto una manera de trabajar no remunerada que les interesa. Les llama la atención ser el apoyo de otras personas y eso les anima a invertir tiempo en esa actividad destinada al bien común.
Aumenta tu proyección profesional
Normalmente, los voluntarios tienen inquietudes que van más allá de lo inmediato. Es decir, se preocupan por el bienestar colectivo y, en general, muestran iniciativa, pensamientos e intenciones orientados a mejorar algún aspecto del ámbito social o cultural.
Por eso son tan apreciados por los headhunters. Estos cazatalentos buscan incorporar a sus filas gente que sepa trabajar en grupo y no tema aceptar desafíos. Trabajadores que sean proactivos, comprometidos, serios e implicados. Y si además ese voluntariado se encuentra dentro de tu rama de especialización académica, la experiencia puede doblar su valor.
Adquisición de nuevas habilidades
Tener otro tipo de responsabilidades, alejadas de las habituales, te permitirá ganar experiencia y desarrollar nuevas habilidades emocionales, sociales e intelectuales. Incluso hay ONG’s que te ofrecen la posibilidad de realizar cursos o formaciones de gran aplicabilidad práctica que nunca estorbarán en tu repertorio de destrezas.
Como vemos, los beneficios que reporta el voluntariado son variados y tangibles. Y ¡aún queda lo mejor! El efecto contagio. Ver que personas de tu alrededor están implicadas en una causa aumenta el valor subjetivo de esa causa. Normalmente, los voluntarios confiesan que reciben mucho más de lo que dan porque es una experiencia única que te hace crecer como persona. Entonces, ¿por qué no probarlo?
En AVAS tienes un amplio abanico de programas y proyectos donde necesitan de tí, para seguir adelante: CEI Proyecto Educa, infancia y familia, jóvenes, mujer, personas migrantes, CAPIS, empleo…¿Por cual te vas a decir? TE ESPERAMOS